El método de proyectos llevado al Bachillerato

La asignatura Tecnología Industrial I impartida a través de un proyecto anual mediante el uso de TICS

Introducción y motivación

El paso al Bachillerato de nuestro alumnado suele llevar aparejadas connotaciones bastante predeterminadas:

  • Remarcar su carácter propedéutico con respecto a unos potenciales estudios universitarios (opción que, finalmente, no siempre es la seguida)
  • Esgrimir como norma no escrita comúnmente aceptada la desaparición de cualquier asomo de comprensividad y de vertiente práctica en las materias a impartir.
  • De algún modo, se entiende que la selección que ha hecho posible que los estudiantes lleguen a esta etapa educativa los hace merecedores de sacar adelante las materias “al estilo antiguo”, esto es, a través de metodologías didácticas marcadamente expositivas, unidireccionales, cabría llamarlas “magistrales” si acudimos a la nomenclatura clásica, donde las asignaturas se superan gracias a méritos mayoritariamente memorísticos, devolviendo fielmente reproducida la información entrante.

En definitiva, el Bachillerato tiende a convertirse en el refugio dorado de buena parte del profesorado de Secundaria, que aspira dar clase de un modo “más tranquilo” y en mayor medida parecido a lo que los lugares comunes propios de las salas de profesores describen como “los apacibles tiempos de la era pre-LOGSE”.

Sin embargo, como tantas veces, los usos y costumbres no van parejos a las prescripciones normativas, puesto que curricularmente, las metas de esta etapa son diversas y complejas.

El currículo oficial para el Bachillerato en Castilla y León, regido por el Decreto 42/2008, de 5 de junio, explicita entre sus objetivos generales de etapa del Bachillerato, algunos como los siguientes:

a) Ejercer la ciudadanía democrática, desde una perspectiva global, y adquirir una conciencia cívica responsable, inspirada por los valores de la Constitución española así como por los derechos humanos, que fomente la corresponsabilidad en la construcción de una sociedad justa y equitativa y favorezca la sostenibilidad

g) Utilizar con solvencia y responsabilidad las tecnologías de la información y la comunicación.

h) Acceder a los conocimientos científicos y tecnológicos fundamentales y dominar las habilidades básicas propias de la modalidad escogida.

i) Conocer y valorar críticamente las realidades del mundo contemporáneo, sus antecedentes históricos, y los principales factores de su evolución.

j) Comprender los elementos y procedimientos fundamentales de la investigación y de los métodos científicos. Conocer y valorar de forma crítica la contribución de la ciencia y la tecnología en el cambio de las condiciones de vida, así como afianzar la sensibilidad y el respeto hacia el medio ambiente.

k) Afianzar el espíritu emprendedor con actitudes de creatividad, flexibilidad, iniciativa, trabajo en equipo, confianza en uno mismo y sentido crítico.

Parece claro que no estamos ante objetivos alcanzables con clases meramente expositivas o esfuerzos sólo memorísticos. Si analizamos someramente, veremos conceptos recurrentes como “sentido crítico”, “iniciativa”, “trabajo en equipo”, “sensibilidad”, y algunos otros que demandan, también en Bachillerato, enfoques más proactivos y holísticos.

Elección del método de trabajo

Para ello, en la materia “Tecnología Industrial I”, de 1º de Bachillerato, nos planteamos acometer todo el temario a través de un proyecto anual.

No se trata de la versión de proyecto con la fabricación final de un producto tangible (un mecanismo, un automatismo, etc.), como usualmente proponemos en la ESO (dado que ni la amplitud de los temarios ni las posibilidades materiales lo hacen factible a este nivel), sino de generar un eje conductor de diseño de la totalidad de las fases de producción de objetos reales, factibles de ser producidos en distintos países del mundo. Todo el proceso, a excepción de la fabricación de prototipos, puesto que no disponíamos de esos medios técnicos.

Por tanto, se trataba de diseñar, a lo largo de todo el curso, un Plan de Fabricación de un producto concreto.

A tenor de la idoneidad de afrontar toda una asignatura bajo este proceso transversal, el mismo currículo oficial de Bachillerato nos describe esta materia del siguiente modo:

Una de las características esenciales de la actividad tecnológica es su carácter integrador de diferentes disciplinas. Esta actividad requiere la conjugación de distintos elementos que provienen del conocimiento científico y de su aplicación técnica, pero también de carácter económico, estético, etc.

Todo ello de manera integrada y con un referente disciplinar propio basado en un modo ordenado y metódico de intervenir en el entorno.

Dicho preámbulo nos remite a al carácter holístico al que antes hacíamos referencia, y sugiere (por no decir que señala claramente) la idoneidad de impregnar de protocolos de planificación y gestión eficaces y respetuosos con varias realidades (económicas, sociales, ambientales), más allá de la meramente técnica.

De ahí que queramos mostrar varios objetivos curriculares de Tecnología Industrial I que entroncan con la propuesta:

1. Comprender y explicar cómo se organizan y desarrollan procesos tecnológicos concretos, identificar y describir las técnicas y los factores económicos y sociales que concurren en cada caso. Valorar la importancia de la investigación y desarrollo en la creación de nuevos productos y sistemas.

4. Analizar de forma sistemática aparatos y productos de la actividad técnica para explicar su funcionamiento, utilización, forma de control y evaluación de su calidad, conociendo las normas de seguridad e higiene que precisa su manejo.

5. Valorar críticamente, aplicando los conocimientos adquiridos, las repercusiones de la actividad tecnológica en la vida cotidiana y la calidad de vida y en el entorno, manifestando y argumentando sus ideas y opiniones.

Es por todo ello que entendemos que los contenidos se ajustan perfectamente a la metodología elegida, pues abarcan campos tan diversos como:

  • Materiales (maderas, plásticos, cerámicos, pétreos, textiles)
  • Tecnologías de fabricación (fases y métodos)
  • Funcionamiento del mercado (oferta y demanda, marketing, publicidad)
  • Previsiones de impactos ambientales y riegos laborales.

En definitiva, contiene una amplia gama de contenidos que deben reflejan fielmente el proceso productivo de la industria en general.

Desarrollo

A la hora de plantear al alumnado un proyecto de trabajo de esa envergadura -anual-, entendimos que hacía falta un marco general que, a modo de guión de apoyo, permitiera remitirnos siempre en cada punto del trabajo a su fase correcta.

Estimamos que la mejor opción era trabajar a partir de un sitio web que fuera el referente anual del proyecto. Lo creamos, por tanto, y cumplió el objetivo marcado. Su dirección o URL, usada a partir de entonces, y disponible en adelante para su consulta por cualquier persona interesada, es: [http://ficus.pntic.mec.es/~jheg0032/productos1bach/index.htm

>http://ficus.pntic.mec.es/~jheg0032/productos1bach/index.htm]

La división en fases del trabajo reflejó el siguiente modelo.

Plan de fabricación
Fase 1: Estudio de Mercado.
Aunque en la vida real se hacen complejos estudios de mercado que no acometeremos, sí hay que incidir en la necesidad de un equilibrio entre la genialidad de una idea inicial y la necesidad de la potencial población consumidora.

Fase 2: Desarrollo del Producto Se trata de planificar el diseño completo del producto.

Fase 3: Planificación del Producto. Preveremos como será fabricado.

Fase 4: Producción del Producto. Tendremos en cuenta todos los condicionantes que acompañan a la fabricación del producto.

Fase 5: Venta y Reciclado del Producto. En la última fase deberemos articular estrategias para la venta, comercialización y reutilización.

De este modo, a cada uno de los estudiantes se le dio una misión, consistente en dos ítems: un producto y un país donde ser fabricado y comercializado.

Con esas coordenadas de inicio, cada alumno acometió la tarea de confeccionar el plan de fabricación de su producto, con arreglo a los siguientes principios, explicitados en la web del proyecto.

FASE 1. ESTUDIO DE MERCADO
Poco importa tener la idea de un producto genial si no hay posibilidad de venderlo allá donde lo pretendamos. Por ejemplo, es absurdo intentar fabricar toallitas para quitar los puntos negros de la piel de la nariz en Etiopía, porque, desgraciadamente, sus necesidades están muy por debajo, y no pueden dedicar recursos a pensar en esos productos.
Por tanto, quizá lo más adecuado sea situar primero el país en el que pretendamos vender el producto, y luego pensar cuál puede ser ese producto. Por ejemplo, los países en vías de desarrollo (Turquía, Albania, Costa Rica…) son un buen nicho de necesidades que aquí están cubiertas hace tiempo, pero que allá andan todavía en fase de desarrollo.

Esta fase fue sumamente importante a la hora de trabajar valores relacionados con el conocimiento de otras realidades en países no desarrollados o en vías de desarrollo, puesto que parte de los productos que tuvieron que trabajar fueron situados en países de este tipo, como Nicaragua, La India o Yemen. Hacer un estudio somero de necesidades de esas poblaciones implica un conocimiento más comprensivo de realidades sociales más desfavorecidas que la nuestra.

FASE 2: DESARROLLO DEL PRODUCTO
Comprende las siguientes fases, aunque nosotros solo desarrollaremos la primera y la última.
Diseño. A través de Autocad haremos diversos planos del producto que proponemos; plano de detalle, despiece, y plano de vistas, con las acotaciones lo más completas posibles y aclaraciones siempre que sea necesario.

Fabricación de maquetas. Obviamente, no podremos hacerlo físicamente.

Fabricación de prototipos. Se trata ya de objetos idénticos a los que saldrían al mercado.

Normalización. Se tratará de investigar aquí si productos como el elegido están sujetos a alguna norma nacional o internacional.

En este caso, la esencia fue fundamentalmente técnica, puesto que, una vez elegido el producto y su diseño más adecuado, la mayor parte de la tarea consistió en utilizar el software idóneo para materializarlo en forma de planos de detalle, convenientemente acotados, así como investigar si existe normativa (ISO; UNE) relativa a la fabricación de los productos elegidos, y que hubiera que tener en cuenta.

FASE 3: PLANIFICACIÓN DE LA PRODUCCIÓN
Se trata de describir cómo se va a fabricar el producto en la realidad, siguiendo el siguiente guión.
Previsión de adquisiciones externas. Indican cuáles de los materiales que necesitaremos van a ser adquiridos directamente o a otras empresas.

Listado de fases. En base a los materiales que forman el producto, y a cómo van unidos, describiremos las fases que comprende el proceso de fabricación, dependiendo del material (por ejemplo, cortado, taladrado, curvado, soldado, pegado, lijado, etc.).

Esta área estuvo más centrada en la parte del temario relacionada con los materiales y los modos de fabricación, de tal manera que se detallaron los procedimientos más adecuados en función del material propio de la fabricación del producto.

FASE 4. PRODUCCIÓN
Es el apartado más grande, y se divide en:

1. Escoger el método de producción.

No todos los productos se fabrican de la misma manera; hay que tener en cuenta el volumen de producción, las posibilidades de mecanización, etc…Tendrás que elegir entre (puede que partes distintas del producto lleven distinta planificación):

Fabricación artesana

Producción en serie (cadena manual)

Producción automatizada (cadena automatizada)

2. Prever los riesgos laborales

Hoy en día no es posible planificar la puesta en marcha de un producto sin tener en cuenta los riesgos laborales que origina su proceso de producción. Por ello, te pedimos que, a la vista de lo que has plasmado en la fase 3 “Planificación de la Producción”, enuncies dónde pueden estar los principales riesgos para las personas encargadas de fabricar el producto.

3. Prever los impactos ambientales.

Al igual que los riesgos laborales, los riesgos ambientales son absolutamente imprescindibles para autorizar la puesta en obra de cualquier proyecto de fabricación. En todos los casos serán necesarios: tipos de riesgos directos o indirectos (al agua, al aire, al suelo…), así como medidas básicas para reducirlos.

4. Control de la calidad.

En este apartado elegiremos los métodos de control de los productos (total o al azar -en este caso, determinar el % de muestreo).

5. Operaciones posteriores.

Aunque tiene más fases, nos fijaremos sólo en una de ellas, el empaquetado. En este caso, y teniendo en cuenta el tipo de producto, el país donde se va a vender, la necesidad de protección y los tipos de transporte, determinaremos tamaño del embalaje, material de embalaje, identificación externa, necesidad o no de incluir instrucciones de uso…

Quizá la fase más completa de todas las que forman este proyecto, al incluir aspectos ambientales, de marketing, etc. Es de destacar la necesidad de ser muy sistemáticos a la hora de realizar las tablas correspondientes a los impactos ambientales y los cuadros de riesgos laborales. Fueron trabajos arduos y complejos, pero que, en nuestra opinión, originaron un conocimiento mucho más cercano y real.

FASE 5: VENTA Y RECICLADO DEL PRODUCTO.
Las subfases serán las siguientes:

1. Marketing y publicidad.

Mediante programas como AUTOCAD o COREL diseñaremos los carteles de una campaña publicitaria de lanzamiento del producto, mediante una o varias de las estrategias de publicidad existentes. Será imprescindible tener en cuenta el soporte en que va a ir dicha publicidad; no es lo mismo un anuncio para prensa que otro para buzoneo, o vallas exteriores, etc. Es importantísimo que tengas en cuenta el país, la clase social a que va destinado, el tipo de producto, etc. Deberás hacerlo lo más completo posible.

2. Tipo de venta y distribución.

Atendiendo a todas sus características, piensa dónde y cómo se venderá mejor (pequeño comercio, mediana o pequeña superficie comercial)

3. Reciclado.

De todos los componentes que forman el producto, indica su reciclabilidad, reutilizabilidad, biodegradabilidad, e investiga en que plantas se pueden reciclar (en caso de se posible).

La etapa final del proyecto volvió a incidir el uso del software adecuado para generar campañas publicitarias, así como en la previsión de las consecuencias post-uso. Entendemos que, con ello, se generó una sensibilidad menos cortoplacista en el uso de los recursos, y contribuimos a la constitución de una conciencia más respetuosa ante hábitos de consumo insostenibles.

Implicaciones metodológicas

La orientación dada a un proyecto de tan largo plazo como este estuvo fundamentada en varios principios:

Acometer todo el año bajo la forma de un proyecto transversal no excluye, ni mucho menos, la labor explicativa del docente. El matiz esencial viene dado por la conveniencia de explicar los aspectos clave (llave) para el entendimiento de los aspectos del temario, siendo el alumnado el responsable del desarrollo, profundización y aplicación de dichos contenidos al diseño de su producto concreto. En esa labor, el docente permanece como facilitador del aprendizaje, acudiendo a los casos concretos individualmente o en pequeño grupo. Esta metodología también ayuda a que el alumno adquiera corresponsabilidad en su aprendizaje (aspecto esencial en Bachillerato en el sentido de consolidar ciudadanía), además de ser infinitamente más enriquecedor para todos, pese a la mayor comodidad de la clase magistral.

Tras cada fase, el alumnado iba exponiendo las conclusiones de su investigación al resto de la clase. Estimamos que no era coherente esperar al final del curso para presentar las conclusiones globales, pues la duración de la tarea aconsejaba presentar y compartir resultados parciales, para secuenciar logros y aprendizajes, y propiciar estímulos a lo largo de todo el año.

Este método no excluye la realización de pruebas objetivas durante los trimestres, que originen, siempre junto con otros ítems, criterios de evaluación y calificación. Sin embargo, la construcción de este aprendizaje siempre ha sido más completo, al haber sido originado en el andamiaje cognitivo que supone la elaboración de casos reales y propios.

Por descontado, al final del curso, se llevaron a cabo exposiciones globales de cada recorrido proyectivo, sirviendo de síntesis y recopilación de lo generado en al curso. Los formatos que estos informes adquirieron, como no podía ser de otro modo, fueron informáticos, combinando las posibilidades de los procesadores de textos, las presentaciones ofimáticas, las tablas de las hojas de cálculo, el software de diseño de productos y carteles, el uso de las fuentes de información web, las herramientas 2.0 como wikis, etc. Por tanto, los aspectos trabajados resultaron de una gran amplitud.

Conclusión

Al final de cada curso, tenemos el convencimiento de haber elegido una excelente opción para tratar el temario.

Construir el plan de fabricación y comercialización de productos como un mono de trabajo en la India, un cortapuros metálico en Suecia o un mortero de madera en Nicaragua, por ejemplo, constituyen un medio idóneo para adquirir destrezas, contenidos y valores esenciales en una etapa educativa demasiado a menudo condenada, de entrada, a ser caldo de cultivo para la unifocalidad más clásica.

Creemos que también en Bachillerato se puede y se debe fomentar el conocimiento entendido como la generación de constructos originales y propios a partir del acceso y análisis crítico de múltiples fuentes de información, mucho más allá de la simple repetición memorística. Para ello, el método de proyectos es, igualmente en esta etapa, una gran herramienta para articular el currículum.


Bibliografía

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