Mediación educativa desde el modelo de Competencia Social

Análisis de un caso de intervención educativa con mediación desde el modelo de potenciación de Costa Cabanillas.
Luis del Álamo Vaquero. SEMIZ. Servicio Educativo de Mediación IES Zorrilla (Valladolid). Curso 2005/2006.

El caso sobre el que vamos a analizar la intervención educativa ocurrió a las puertas del Instituto. No tiene nada de especial. Seguramente sea muy similar a cómo se desarrollan otros sucesos en centros de secundaria. En esta ocasión se trata de dos adolescentes que disputan verbalmente a la salida de clase, incluso llegan a la agresión física: golpes y arañazos.

Los profesores intervienen directamente y al día siguiente se habla con ellas y se las ofrece acudir a mediación para solucionar sus diferencias, que consistían en un cruce permanente de agresiones verbales de un grupo de chicas hacia el otro grupo de chicas.

La forma de vestir y de relacionarse, “Rosa” y “Gris” motivaban que sistemáticamente entre ellas hubiera desavenencias y rencores. “ que si me miras mal, que si te ríes”.

Las chicas apelaron a sus respectivos grupos y fueron éstos los que decidieron acudir al proceso de Mediación , logrando un éxito final al comprometerse con un acuerdo de no agresión.

Es un desafío expresar la riqueza en cuanto a las relaciones humanas que ofrece el entramado de una puesta en práctica del ejercicio de la Mediación entre alumnos de secundaria orientada a la resolución de conflictos.
Sin caer en el empaque tecnicista que la literatura científica aporta al estudio de las relaciones humanas y de la educación; entendemos la mediación como una estrategia de intervención en el manejo de problemas interpersonales, en contextos escolares y sociocomunitarios como una acción educativa desde la perspectiva del modelo de potenciación (Costa Cabanillas, 2005).

Fundamentación.

Este modelo se expresa como un estilo de intervención que tiene en cuenta los aspectos biográficos vitales de la persona, es decir se adentra más allá de la máscara del rol de alumno o profesor para identificar y distinguir los problemas de las personas en su contexto y la relación de ayuda a través del encuentro interpersonal.
¿No es el proceso de mediación un encadenado de encuentros interpersonales?. Además desde nuestro enfoque hemos diseñado la aplicación del programa de mediación como un sistema de ayuda que se irá completando y desarrollando con el tiempo con otras medidas como las que vamos a desarrollar este curso: banco de tiempo, alumnos consejeros, grupo de autoayuda entre profesores, grupo de círculos de calidad.
Todos estos procesos de relaciones de Ayuda implican un período de formación para los profesores, alumnos y padres/madres y que necesitan un enfoque coherente para su puesta en práctica. La etapa de formación que requiere estas plataformas, la praxis de procesos de ayuda mutua son expresiones que en el ámbito de la comunidad educativa del centro se traducen en procesos de aprendizajes e cambio.
Hay que pensar que el proceso de cambio en la comunidad es lento hasta que se consiga crear una cultura de diálogo que fomente la actitud constructiva ante los conflictos. Para ello es mejor empezar por ir generando una educación socio-afectiva que enmarque todas las estrategias de intervención.

Entendiendo la adolescencia como una etapa para la formación de la identidad personal y visto el encuentro de mediación desde el modelo ABC tenemos que en nuestro escenario compuesto por dos actores grupales que poseen la oportunidad de generar una participación activa. Esta participación se concreta en la libre exposición de actividades psicosociales significativas para cada uno ellos porque desean ayudarse entre sí; de refuerzos positivos por participar voluntariamente al ser reconocidos socialmente por otras instancias como profesores, tutores, alumnos.
Para los mediadores se establece un campo experimental para el aprendizaje de las habilidades de comunicación, y el desarrollo de la responsabilidad para todos los actores implicados. Con un valor añadido, el desarrollo de la conciencia crítica sobre el papel significativo de los propios comportamientos comunicativos sobre sí mismos y con relación a los efectos que tiene en los demás en el contexto educativo. Los encuentros de mediación son una bañera para la reflexión crítica ligada a los significados personales desde la propia autonomía individual o grupal.
El resultado del encuentro de mediación puede traducirse en la formación de vínculos positivos con la institución escolar apoyados en la pedagogía del diálogo como metodología de resolución pacífica de problemas anclados en la vida cotidiana del centro educativo.

Implicaciones educativas.

La aplicación del programa de mediación desde el modelo de potenciación se orienta al desarrollo de competencias sociopersonales aprendidas en la misma acción social. Durante los encuentros de mediación los alumnos desplegaron algunas habilidades psicológicas (Strayhorn,1985) como:

a)Establecer y mantener relaciones de confianza: aceptar la ayuda de los mediadores, escuchar a la otra parte con respeto, cuando los mediadores animan a las partes implicadas a que se abran.

b)Afrontar separación y autonomía: se puede observar en la actitud de afrontar el rechazo que unos sienten por otros.

c)Afrontar decisiones conjuntas y conflictos interpersonales: se aprecian cuando intentan alcanzar decisiones conjuntas, negocian términos, disciernen o explican las razones del desacuerdo.

d)Tratar con la frustración y acontecimientos desfavorables: tolerar los errores propios, ajenos y las circunstancias adversas como llevarse mal con los demás o sufrir por no ser aceptado.

e)Celebrar las cosas buenas: disfrutar de la aprobación y de los elogios que puede apreciarse en los mensajes que les lanzamos y cómo lo reciben, al invitarles al proceso o les felicitamos por el esfuerzo realizado con relación al acuerdo.

f)Trabajar por una gratificación demorada: concentrase, mantener la atención y persistir en la tarea de seguir dialogando con el otro con el propósito de solucionar el problema.

g)Relajarse y disfrutar. Disfrutar del humor, encontrar el lado cómico de la situación. A veces llegan a reírse de sí mismos.

h)Procesamientos cognitivos a través de símbolos e imágenes: como reconocer y verbalizar sentimientos propios (culpabilidad, ira, vergüenza, tristeza,..)

i)Sentido adaptativo de dirección y propósito: aspirar a que las circunstancias mejoren a largo plazo y no empeoren. Esperanza por arreglar el asunto

Competencia significativa. Nudo del contenido procesual del encuentro.

Estos alumnos que acudieron al proceso de Mediación desarrollan una competencia singular: la resistencia a la adversidad y al stres. Aunque la fortaleza personal es una experiencia común en al vida cotidiana. En nuestro contexto podemos señalar esa competencia como el intento por parte de los dos grupos por superar las diferencias; son estas diferencias intergupales las que alimentan el conflicto y a la vez son una oportunidad para mostrar la fortaleza personal (querer hablar con el otro para resolver el conflicto) y para salir más fortalecidos después del encuentro de mediación.
Ni qué decir tiene que los alumnos tienen que resistir autorregulando sus emociones para mantener la conversación intergrupal, mediada, y si han llegado a un acuerdo tienen que resistir la tentación de romper el pacto en su vida cotidiana dentro del centro, en este caso por un pacto de No de Agresión.

Mediación y enfoque de competencia social.

Los encuentros en mediación son una experiencia directa de control de cambio para todos los implicados, a través de la acción comunicativa sobre el contexto próximo “escolar”.
Así, después de hablar y llegar a un acuerdo los adolescentes mejoran su estima propia al generar una idea positiva de sí mismos ( he arreglado este asunto). Perciben las acciones ( dialogar) y sus resultados positivos ( intentar llegar a un acuerdo, o mantener el acuerdo) y sienten satisfacción consigo mismos y emociones positivas ( por fin dejamos de pelearnos, he sido capaz de decírselo,..) y esperanza (no volverá a ocurrir,..).
Este enfoque apoya la tesis de favorecer la autonomía de los alumnos y les aleja de la indefensión. Se puede apreciar la relación contingente entre la acción ( llevarse mal con los otros, ponerse a dialogar) y la consecuencia (aceptar las diferencias, tolerarse con respeto, no pelearse más).

El modelo de Potenciación explica y fundamenta el proceso de Relación de Ayuda. Y a su vez la Relación de Ayuda es el eje vertebrador y dota de sentido a todo el proceso de intervención educativa para l a realización de la mediación u otra actividad de ayuda mutua.

Nuestro servicio de mediación define su estilo de intervención educativa con la base de trabajar con procesos de protección frente a los procesos de riesgo para equilibrar la ecuación hacia una adaptación, de los alumnos, óptima en la gestión de los conflictos escolares.
Así el SEMIZ es una plataforma pedagógica que dinamiza procesos de Relaciones de Ayuda, entendiendo por éstos, procesos dialécticos que tratan de gestionar los conflictos interpersonales desde la aceptación y el apoyo mutuo y por otro lado provocar el compromiso por el cambio desde la creatividad; es decir buscando alternativas propias vinculadas a los propios actores de cada escenario particular insertados dentro del contexto escolar.


Bibliografía

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