¿Una prueba al alumnado mide la calidad?

El pasado día 1 de mayo podía leerse en el periódico de Valladolid Norte de Castilla lo siguiente noticia sobre evaluación del sistema educativo en CyL mediante una prueba en Primaria:

…a finales de este mes y principios del próximo se realizará un examen a 4.609 alumnos del total de los 19.618 matriculados en sexto de Primaria (el 23,49%) de 202 centros elegidos al azar, aunque atendiendo, eso sí, las diferentes tipologías de los colegios: de todas las provincias, del medio rural y urbano, públicos y privados, con un gran número de alumnos y otros de pequeño tamaño…

Los estudiantes contestarán cuatro formularios, de 35 preguntas cada uno, de las áreas de matemáticas, lengua castellana, inglés y conocimiento del medio. Además, deberán responder cuestiones sobre la metodología de la enseñanza, impreso que habrá de ser cumplimentado igualmente por los profesores. Los padres no se quedarán fuera del proceso, puesto que su labor será aportar información sobre la relación con sus hijos y con los profesores.

El objetivo de la Junta es descubrir los conocimientos sobre los que hay que incidir para reducir los porcentajes de fracaso escolar

Ante lo que parece que será un primer paso de la fiebre evaluadora que va a llegarnos, habría que pararse a pensar sobre varias cuestiones.

Antes de empezar, habría que decir que evaluar resultados no parece malo, de entrada, ya que tiene que haberlos en cualquier proceso. El problema sería que sólo se mida un tipo de rendimiento y que, además, se haga distorsionadamente. Para analizar eso nos hemos parado a pensar sobre varias cuestiones.

La primera se refiere a que la calidad de un sistema educativo, globalmente considerado, no puede reducirse al rendimiento que tiene el alumnado al contestar unas preguntas (sean estas del tipo que sean, pues no sabemos cómo se van a hacer esas preguntas). Como mucho, estaríamos hablando del nivel de asimilación de contenidos (del tipo que sean), como parte de lo que el sistema educativo está consiguiendo.
En este sentido parece positivo que se tengan en cuenta, al menos, metodología y opinión de familias, aunque eso dependerá de si se les da un papel relevante en las conclusiones finales o resultan ser algo anecdótico.

En segundo lugar cualquier prueba escrita, como es el caso, privilegia a sectores de cultura teórica y no mide las habilidades prácticas. Eso no debe hacer suponer que unos sectores sociales siempre tienen menores rendimientos, sino que la prueba no es sino un instrumento de medición, supuestamente “objetivo”, que usa un formato en el que se desenvuelven mejor ciertos grupos de población.

En tercer lugar habría que recordar que existen procesos y condiciones, en las que se desenvuelve el centro, que debieran tenerse en cuenta al analizar resultados. Por ejemplo, ¿no se incluirá en el estudio,respecto a la distribución de centros prevista, si estos se encuentran en una zona deprimida o privilegiada o la extracción del alumnado en cada uno?. Si no es así no parece que vaya a ser un estudio muy objetivo.

La cuarta cuestión a destacar es el modelo de educación que se trasmite a través de los campos selecionados en este tipo de prueba. ¿Sólo interesan los contenidos específicos de ciertas áreas para hablar de calidad? ¿No hay aprendizajes generales que el alumnado debe aplicar siempre (también, pero no sólo, en esas áreas) como, por ejemplo, saber si ha aprendido a argumentar sus opiniones?. Por otro lado, ¿por qué sólo los de cuatro áreas? ¿No importan campos de aprendizaje como los artísticos, destrezas físicas,etc? (sin contar, además, con otras cuestiones más relacionadas con lo afectivo, maduración emocional, etc)

El quinto elemento sobre el que se nos ocurre reflexionar es sobre la imposición que supone hacer este tipo de pruebas. Imposición en un triple sentido. Por un lado, porque todo el mundo pensará que lo que aquí se diga es la verdad absoluta sin “evaluar a quien evalúa”. Por otro, porque dentro de varios cursos en que se hayan pasado estas pruebas a todos los centros (aunque ahora afecten a una cuarta parte, en varios cursos quizá lleguen a todos) querrán “sacar buena nota”, variando sus programas en esas áreas de una forma “poco clara”. En tercer lugar, y derivado de lo anterior, el planificar la enseñanza en Primaria “para preparar una prueba” ¿no puede suponer un mayor alejamiento de una evaluación continua y formadora?.

Por último habría que reflexionar sobre el uso de los datos. Menos mal (en esto hay que dar el parabién) que no se hace en todos los centros de forma que sirva para confeccionar un “ranking” de estos (como ocurrió en la Comunidad de Madrid). Al menos eso es lo que se explicita en la información dada en el portal de la Junta al profesorado y familias:

…las características del diseño de la muestra,, es erróneo hacer comparaciones
de los resultados de cualquiera de los alumnos o centros con los resultados globales..

De todas formas ¿piensan utilizarse para comparar tipos de centro: barrio-centro, pública-privada, rural-urbano, etc., sin aportar, previsiblemente, los elementos antes comentados?¡Mala forma sería esa de llegar a una educación de calidad para todo el mundo! Y quizá hasta se harían perversas generalizaciones cuando cada centro es una realidad diferente.

Para acabar, en este apartado de uso de resultados, habría que ver lo que llega a los Medios de Comunicación y al gran público. Cogiendo la referencia más conocida de evaluación de centros, el Informe PISA, conviene señalar que éste evaluaba desenvolvimiento, destrezas… en las áreas controladas y no tanto conceptos teóricos. A pesar de ello, el debate público estuvo centrado en la mera adquisición de contenidos en dos áreas. No estuvo claro si fue porque eso es lo que quisieron las “autoridades académicas” o si lo fue porque así lo resaltaron los propios Medios de Comunicación. En cualquier caso el hecho es que, casi siempre, se silenciaron otras variables también evaluadas y de gran interés. Esta vez no está claro que haya muchas más variables pero ¿qué se dará luego a conocer?


A propósito de… (Breve quincenal)
Concejo Educativo de CyL


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