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El huerto ecológico

Colegio Público Narciso Alonso Cortés en Valladolid

Se incluye esta aportación en el ámbito de educación y acción medioambiental en los centros, dentro de los “Proyectos de Intervención 2009-2010”, que organiza Concejo Educativo de Castilla y León. 


En el curso2009-10 se comenzó una experiencia en el cole que está resultando muy bien.

Llevábamos un montón de años con la idea de hacer un huerto pero nunca nos atrevíamos porque siempre estábamos metidos en mil cosas y no teníamos tiempo. A principio de este curso 09-10, cayó en nuestras manos un libro que nos dio el empujón que necesitábamos para lanzarnos:

“El huerto escolar ecológico” Montse Escutia. Ed. Grao

Esta vez decidimos empezar la casa por el tejado y no nos fue mal. En otras ocasiones intentamos organizarlo todo de antemano y cuando vamos a empezar vemos una tarea tan grande delante de nosotros que nos asustamos y lo dejamos para otra ocasión.

Mi compañera y yo leímos el libro, nos gustó mucho y aunque éramos conscientes de nuestra falta de conocimientos y experiencias, decidimos imitar a nuestros alumnos. Si tienes que aprender algo, hay que pedir ayuda a los que saben, investigar, probar y aprender de los resultados. Lo primero que hicimos fue informar a nuestros compañeros y pedir su participación si estaban interesados en el proyecto. Nos sorprendimos porque la idea tuvo una acogida muy favorable. Cada uno iba a participar de forma diferente pero había mucha gente con ganas aunque por desgracia con poca información y experiencia. El segundo paso fue invitar a los familiares de nuestros alumnos/as. Rápidamente se presentaron algunos colaboradores expertos con muchas ganas de ayudar:

Un padre vino a varias clases para enseñarnos a hacer semilleros. Nos trajo todo el material, nos explicó todos los pasos y a través de sus hijas le preguntábamos dudas y hacía el seguimiento del crecimiento de las semillas.

Un abuelo, además de darnos información sobre muchos temas relacionados con el huerto, nos trajo una mula mecánica y nos removió la tierra.

Otro abuelo también aportó mucha información a través de una entrevista que le hizo su nieta sobre su huerta. Nos dio semillas y un montón de consejos para su cuidado y continuó haciendo un seguimiento de todas las dudas que se nos presentaban ya que su nieta va todos los fines de semana al pueblo y le pregunta todo lo que surge en clase.

Otro padre nos traía tierra para que llenemos barriles donde plantamos bulbos y hierbas aromáticas.

Otro abuelo nos proporcionó ajos y estuvimos esperando a que mejorara el tiempo (no paraba de llover) para plantarlos.

También encontramos gente fuera del colegio con ganas de ayudar. Visitamos una pequeña huerta familiar y nos dieron muchos consejos, fruto de su experiencia. Nos animaron a hacer compost y es otra de las actividades que pusimos en marcha.

Estabamos muy ilusionados con el compost y todos los días ibamos al colegio con nuestra bolsita de restos de origen vegetal. Resultó muy divertido salir todos los días a la hora del recreo a remover el compost. Preparamos también algún experimento de los que propone el libro para hacer en clase y así comprender mejor qué es lo que ocurre con el compost.

Una profesora de 6º preparó unas fichas con formato de librillo, en el que a partir del huerto hacían muchas actividades de matemáticas y de artística. Además de que les quedo muy bien, nos sirvió a los demás para tener más información sobre nuestro huerto.

En el área de lengua también se hicieron muchas actividades con motivo de la puesta en marcha del huerto. En la clase de 3º tenemos un diario en el que fuimos escribiendo textos y poniendo fotos de todo lo relacionado con el huerto: cuando hacemos el semillero, cuando remueven la tierra con la mula mecánica, cuando salimos a estudiar la orientación del huerto etc…
Comenzmoas luego a trabajar en una obra de teatro que tuvo como protagonistas a las verduras.

Pusimos en la sala de profesores una carpeta donde recogimos todas las actividades que se hacían en torno al huerto en las diferentes áreas y clases.

Aunque empezamos ese mismo curso esta experiencia, se puede decir que mereció la pena. Además de todos los beneficios que aporta un huerto escolar a la educación de nuestr@s alumn@s (se puede ver en la nota que leímos a nuestros compañeros en la primera reunión que tuvimos para hacer el huerto) lo que más me ha llamado la atención y creo que lo que realmente nos ilusiona y “engancha” es el hecho de que habçiamos empezado una actividad que no teníamos completamente controlada y por tanto con algo de aventura. Aprendimos, al mismo tiempo, que nuestr@s alumn@s y en muchas ocasiones ellos o sus familiares son los transmisores de la información que necesitamos. De alguna manera se cambiaron los papeles en nuestra comunidad educativa y todos juntos estuvimos construyendo algo.

En el comienzo ya del curso 10-11, quisimos hacer un balance de nuestra experiencia con el huerto escolar para ver si continuamos. Todos los que hemos participado lo calificamos como un auténtico éxito, a pesar de algunos tropiezos que luego os contaré.
Voy a haceros un resumen de todas las actividades que hicimos con motivo del huerto:

El huerto propiamente dicho: disfrutamos mucho de nuestra primera cosecha: los guisantes. Durante varios días comimos guisantes en el recreo e invitamos a las demás clases, aunque los teníamos que rifar porque no eran suficiente.
Después nos comimos las lechugas de hoja de roble ¡riquísimas! Más tarde sacamos los ajos¡ qué canijos! Ya nos lo habían avisado los abuelos que pasaban por delante del huerto: –¿Por qué no creciste ajo ruin?

Porque no me plantaste por San Martín-. En el 10-11, no se cometerá ese fallo.

Después plantamos tomates, cebollas, pimientos de varias clases, pepinos y fresas.

Como no se puede recoger antes de final de curso, quedamos en ir los martes a las 10 de la mañana para seguir cuidando el huerto y quitar las malas hierbas. Sin embargo no pudimos llevar a cabo este plan porque alguien decidió llevarse todo nuestro huerto. Una noche arrancaron todas nuestras plantas. Fue un golpe muy duro. Menos mal que teníamos las vacaciones para descansar y coger energías

Compost: Este fue otro pequeño fracaso del que hemos aprendido. Tuvimos que quitar el compost( dos días sacando materia en descomposición) porque lo huerto1.jpghabíamos puesto en mal sitio, no habíamos construido la compostera bien …

Obra de teatro: la obra fue escrita por toda la clase. Lo que queríamos era compartir lo que íbamos aprendiendo sobre el huerto con todo el colegio. Cuando la obra tomaba un cariz poco ecológico (echaban insecticida para que murieran todos los bichos) llamábamos a nuestro asesor y le hacíamos preguntas. Teníais que ver a niños de 8 años cogiendo apuntes sobre el Mildiu el exceso de agua etc… De esta manera nacieron nuevos personajes: Supermariquita. Supimos como combatir la invasión de caracoles piratas ¡Con cerveza!..
Los padres y madres vinieron varios días a hacer los decorados y a ayudarnos con los protagonistas.
Los profesores de prácticas también participaron, incluso siguieron viniendo después de haber acabado las practicas.
Hicimos cuatro sesiones en el colegio y a final de curso lo representamos para el barrio en el centro Cívico.

Jake, el espantapájaros. Lo hicieron alumnos voluntarios a la hora del recreo con la profesora de Art. Lo colocamos el día d la inauguración. Creo que este año le cambiaremos de ropa según las estaciones para que lo vean los de infantil.

Presentaciones: Los chicos/as prepararon presentaciones para todos los cursos. Fue un trabajo muy serio, hasta hubo examen, que mereció felicitaciones por parte de todos los profesores. A los chicos y chicas de otros cursos les encantó y todos los profesores comentaron la gran cantidad de cosas que habían aprendido los alumnos.

Inauguración: fue una de las últimas actividades que hicimos. No sabíamos cómo agradecer a Gerardo su valiosísima ayuda. La profesora de Art nos dio la idea de que hiciéramos una placa con su nombre. Preparamos un discurso en clase de lengua, teníamos una canción, a Jake, la placa, colocamos las tijeras en un cojín dorado y preparamos las invitaciones para “las autoridades” de la comunidad educativa y para los padres y madres. Quedó precioso.

La excursión en bicicleta: Preguntamos a Gerardo que si podíamos visitar su huerta. Una vez más nos sor prendió: nos explicó un montón de cosas además de invitarnos a coca cola.