Ana Mª Díez Sancho. Centro Las Rozas en Guardo, Palencias
Esta experiencia fue presentada en el Foro de Experiencias organizado por Concejo Educativo de CyL, el 5 de noviembre de 2016.
Comenzó Ana María delimitando las condiciones en que se desenvolvía el centro antes de comenzar el proceso de paso a ser Comunidades de Aprendizaje(CCAA). Era un colegio , decía, situado lejos de la capital e incluso en las afueras del pueblo de Guardo, con pérdida de matrícula entonces. Se producía un cambio de profesorado muy grande cada curso. De hecho el curso pasado que comenzó el proceso de CCAA fueron diez las personas que cambiaron en un centro no muy grande. Ese proceso de sensibilización es algo que, se supone, se deberá llevar a cabo cada año con profesorado (buena parte del claustro cambia cada curso) y también con familias.
Esa fue la manera de comenzar, decía Ana Mª un proceso de sensibilización y con el profesorado en primer lugar, para después hacerlo con las familias.
Al dirigirse a estas varios fueron los motivos que se adujeron para transformar el centro de CCAA:
Necesidad de aumentar la matrícula
Potenciar la inquietud por hacer otra educación y la participación.
Fortalecer el centro, que llegara a ser referente en el barrio
Incrementar el nivel académico y cultural del alumnado
Tras aprobar que el centro se constituyera en Comunidad de Aprendizaje, se comenzó la fase de “sueño” con las familias. Aparecieron muchas ideas utópicas, irrealizables y otras más realistas, más posibles. Muchos de los sueños aparecidos tenían que ver con aspectos emocionales: ser felices, salir en familia, tener mascotas en el centro… se llegó a construir un gran mural con sus sueños.
Esta fase acabaría con una gran “fiesta compartida que iba a servir para aunar a toda la comunidad a través de una “comisión de sueños” con las familias. Fue un éxito absoluto que más se parecía, decía Ana Mª, unas fiestas patronales que una jornada solo familiar. Se logró, además, la participación de mucha gente, no solo del centro sino del pueblo: asociaciones como la asociación vecinal o la de desarrollo rural, empresas del entorno cediendo objetos para lograr financiación a través de minirifas, la banda del pueblo que ayudo a poner banda sonora a los sueños, la empresa encargada del comedor o la de transporte que aportaron su servicio ese día, profesorado voluntario y familias que organizaron diversos talleres, etc. A la misma asistieron también el Director provincial de Educación y diversas personas vinculadas con la Universidad. Fue un acontecimiento que muchas personas querían repetir en más ocasiones, según dijo la ponente.
Comenzaba después la fase de planificaciónque debía concretar lo que era posible. Para ello se puso en marcha, comentaba, un proceso participativo con la constitución de cuatro comisiones mixtas de decisión: de infraestructura, de actos culturales y salidas del centro, de voluntariado y comisión ambiental.
Merece la pena poner en marcha un proceso de este tipo, concluía Ana María, aunque antes hay que hacer un trabajo de fomento de la participación que haga a creer a profesorado y a familias en un cambio cualitativo como este. En el colegio las Rozas, ese trabajo previo existía y el equipo y a las familias creyeron en lo que iba a suponer transformarse en Comunidad de Aprendizaje, por eso fue un éxito.
Para contactar con CEIP Las Rozas
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Presentación utilizada en la exposición del Foro de experiencias
