La empresa educativa privada se prepara


La empresa privada se prepara por si les quitan algunos de sus privilegios adquiridos, alguno hace pocos años, por tener en sus centros educativos una vía de escape de la “cercanía” a la gente pobre en las aulas. Por si sus ganas de medrar y relacionar son “gente de bien” se les puede alejar un poco y dejan pasar a las aulas “de todo”. Por si su imposición ideológica pierde clientela.

Se esconde en seguir queriendo “su” demanda social como si fuera de todo el mundo e imponiendo que esté por encima de la necesidad social.

Le da igual si detrás de esa “demanda social” existe cesión de terrenos públicos, si no se construyen centros para todas y todos para erigir el suyo , si con ella gastan un dinero de todo el mundo aun duplicando recursos, si generan más desigualdad, si al pobre le hacen más ignorante. ES SU DEMANDA, su “SANTA DEMANDA”

Se escandaliza porque no le subvencionen la segregación por sexos como dice esa ideología católica rancia que defiende que siga pagada. Cree que tenemos el deber de pagar el que haya una “escuela de señoritas” obedientes y sumisas y otra de “machotes” llenos de iniciativa y espíritu directivo. Ambos unidos, eso si, por una veneración eterna a la virgen católica y en disposición de contribuir, de cualquier forma posible, a la iglesia que la cobija.

No soporta que las familias tenga siquiera posibilidad de hablar, participar y quizá hasta decidir en algo. Lo considera una intromisión y se lo vende así a sus propias familias-clientes y sus “sindicatos” para que también les dejen seguir con su voz única, su poder omnímodo haciendo sin rendir cuentas a nadie. Considera que si alguien de lo público, del ayuntamiento, está siquiera presente en su consejo de escuela se está llegando a establecer “comisarios políticos” de control . Necesita hacer todo “a puerta cerrada”, sin convivir con su alrededor, sin que se sepa cómo se hace con el dinero público que le llega, con los niños y niñas que las familias le dejan a su cargo.

No soporta que el Estado cumpla con su deber de ser garante de los derechos de la infancia . Quiere ser ella quien apadrineun derecho mientras lo otorga nominalmente y en supuesta exclusividad a las familias. No importa si un niño o niña tiene una familia rota, con quien, a veces, sufra violencia , que se olvide de cuidar su salud, su educación, su juego, su felicidad, su futuro. El estado no debe entrometerse, ya lo hará, aunque solo “un poquito”, alguna entidad caritativa publicitando que está haciendo el bien a la humanidad mientras se enseña el ejemplo en su colegio de pago familiar y subvención estatal. Una entidad quizá pagada por alguna donación de un banco también “caritativo”. Un colegio que preserva el derecho a elegir de quien vive bien

Se organizan ¿les organiza? para hacer oír su voz, amedrentar, lograr-logros antes de que pueda hablarse siquiera de la más mínima pérdida de privilegios, antes de que llegue la más mínima pega a su interés económico y “de clase superior” o a su ideología católico-antigua.