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nuestra historia

concejo educativo

 

una asociación con más de 25 años de trabajo por una educación renovadora, pública y crítica

El 23 marzo de 2002 celebramos públicamente los primeros 25 años....


La historia de Concejo, en breve

1. Así comenzamos

En la primavera de 1976 se encontraron en Salamanca un grupo de enseñantes. Fue una reunión nacida del conocimiento durante los estudios y de la participación en preocupaciones comunes posteriores.

Aquellos eran tiempos de antifascismo, de iniciativas que se ponían en marcha pensando en un futuro cualitativamente diferente, de lucha en la precariedad y donde se veían y sentían todos en la misma trinchera.

Eran personas con preocupaciones pedagógicas y sociales, organizaciones educativas (Colegios Rurales), profesores de la Universidad de Salamanca,  organizaciones políticas comunistas (MCE, ...), etc.

Paralelamente, estas organizaciones, con el PCE a la cabeza, intervienen decididamente en la lucha de los PNNs y en la alternativa del Colegio de Licenciados: la escuela pública unificada, el cuerpo único de enseñantes, la gestión democrática, la renovación pedagógica y el sindicato unitario (STE).

A este proceso fuertemente sociopolítico se suma el  profesorado, especialmente de educación primaria, que ha conocido el movimiento de Rosa Sensat y de las Escolas d’Estiu, y que contribuirá a la transformación de Concejo en un sentido decididamente pedagógico, sin perder su espíritu social y reivindicativo.

Y así se van dando el I Encuentro de Enseñantes de Castilla y León, los días 9 y 20 de Marzo de 1977, en Salamanca: unitario, regional y reivindicativo. El II Encuentro el 17 y 18 de Febrero de 1978 en Valladolid: enseñanza y autonomía.

Y las Escuelas de Verano con la presencia de cientos de personas que llenaban talleres, debates y seminarios: La I Escuela de Verano, en Salamanca, del 2 al 8 de Julio de 1978.

En Marzo de 1979 , por fin, se puso nombre al movimiento: Concejo Educativo de Castilla y León (aludiendo a los antiguos concejos y a su forma de participación).

2. El optimismo pedagógico

Los primeros estatutos son aprobados en el IV Encuentro, celebrado en Ávila en 1980, y Concejo adquiere plena autonomía, con una orientación decididamente centrada en el aula, en la práctica docente, aunque manteniendo el espíritu de ruptura con lo que había y los planteamientos sociales  e ideológicos transformadores, que se concretan en la defensa del “modelo de escuela pública”.

Las Escuelas de Verano van encaminadas a la renovación pedagógica y, poco a poco, alejadas de la acción más directamente política y sindical, sin abandonar la idea de transformación social y la defensa de una educación progresista.

Muy pronto se trata de dar continuidad durante el curso con la creación de grupos de trabajo por áreas y territorios. Así surge la Plataforma de Escuela Rural, el Colectivo de FP o el Grupo de Educación Infantil.

Este proceso de asentamiento y autonomía, junto a las expectativas generadas con el PSOE en el gobierno a partir de 1982 –incluyendo la necesidad de “formarse”, sin que todavía existiesen cauces oficiales para ello-, generan una participación masiva en las Escuelas de Verano comprendidas entre 1983 y 1987: la VI en Valladolid con la presencia de más de 1.000 personas que acuden a una oferta variada y atractiva, la VIII en Soria, ciudad que, al coincidir con el Estival 85, parece tomada por un foro cultural de vitalidad desbordante.

Eran tiempos en los que Maravall fue a Salamanca, a encontrarse con los enseñantes. A nivel estatal, se celebraba  el I Congreso de los Movimientos de Renovación Pedagógica (MRPs), en 1985 y en Barcelona.

3. Con la LOGSE por el medio

La situación de euforia dura poco y la asistencia a las Escuelas de Verano empieza a decaer por la aparición de CEPs (luego CPRs), la disminución de efectivos organizativos por incorporación de parte de ellos a sindicatos e instituciones, por reducirse a la implicación en los propios centros,  y, quizá, por el camino posterior de reflexión interna para profundizar en la pedagogía más social.

El debate, primero, y la promulgación de la LOGSE, después, favorecen que la renovación pedagógica se dirija a indagar sobre el nuevo currículo, que es, además, un currículo abierto y posibilita la innovación. Fue una primera parte.

Enseguida, sin embargo, la preocupación va más allá, destacándose algunos ejes y experiencias importantes: la denominada actividad con sentido, la definición y el tratamiento de los saberes básicos en las etapas de enseñanza obligatoria, así como el empeño constante por relacionarse críticamente con el entorno.

En paralelo, se produce una transformación en la oferta de las Escuelas de Verano: procurando dar coherencia a talleres y seminarios y más continuidad en el curso, a través de los Grupos de Trabajo permanentes y los Encuentros.

En esta época, Concejo Educativo queda insertado en la Confederación (estatal) de Movimientos de Renovación Pedagógica, claramente progresista y con el emblema esencial de la defensa de los valores de la escuela pública y de una pedagogía que inserte la escuela en el medio social, participando no sólo en los Congresos y Encuentros estatales, sino asumiendo crecientes responsabilidades.

Por otra parte la colaboración con la administración educativa empieza a verse con mucho más escepticismo y se profundiza en la crítica, a la par que se va produciendo una brecha entre la política (también la educativa) del PSOE y la izquierda y los movimientos sociales. La falta de decisión y de financiación para implantar la LOGSE, coincide con la crisis política general y marca el principio del retroceso educativo.

4. Buscando el camino

En 1994 no se organiza la Escuela de Verano. Concejo, con una existencia escasa en cuatro provincias, sólo es en Valladolid donde funciona con mayor regularidad, y sus miembros activos, con algunos otros de Salamanca, Aranda y Palencia, asumen la coordinación general. Es tiempo de reiniciar el camino: empieza una mayor reflexión interna, hacia un compromiso socioeducativo más expreso y consciente.

Hay escasez de personas y hay mucho trabajo. En el año 1996 gana las elecciones estatales el Partido Popular y comienza una campaña contra la escuela pública.

A nivel estatal, los MRPs remarcan su compromiso en la defensa unitaria de la escuela pública en su III Congreso de Torremolinos, mediante el impulso a las renacidas Plataformas de Escuela Pública.

En Castilla y León culmina el proceso de transferencias educativas y el PP, como si de un banco de pruebas se tratase, inicia el desmantelamiento de la escuela pública mediante la generalización de conciertos.

Concejo Educativo se implica muy fuertemente en el trabajo de las Plataformas (sobre todo en la de Valladolid, que ya había sido creada con anterioridad y es la mas estable e influyente,  y lidera el movimiento sin regatear esfuerzos). Se logra impulsar importantes movilizaciones multitudinarias: Jornadas, Muestras, Cadena Humana por unas transferencias dignas, manifestación contra los conciertos,.....aunque sin conseguir los todos los resultados deseables, por la actitud conservadora del sector, por la  extrema división sindical, y por no encontrar receptividad en las organizaciones regionales progresistas,  tras  impulsar la 1ª Conferencia Regional de Educación. Su falta de articulación contribuye a imponer sin trabas una política agresiva del PP.

Además Concejo ha organizado Encuentros con organizaciones sociales preocupadas también por una educación no segregadora y la implicación social del hecho educativo (por ejemplo, I y II Encuentro sobre Participación Social, en los años 1998 y 1999).

Las Escuelas de Verano, con una estructura que toma de referencia a un tema-eje, sobre el que también se trabaja durante el curso, reducen su duración, y suelen dividirse en un primer módulo de tres días centrado en Talleres, Conferencias, etc. y otro de dos días dedicado más a la reflexión (con participación más restringida y, a veces, en distinto lugar al del primer módulo –Amayuelas-).

Durante los cursos 2000-1 y 2001-2, se crea un Grupo de Trabajo de ámbito regional en torno al tema central, en el que se trabaja alternando sesiones con persona “experta” y sin ella.

La creación de una web (nuestra “sede virtual”) ha hecho posible el darse a conocer un poco más y, junto al correo electrónico, ha facilitado el tener presencia y realizar actividades fuera de Valladolid, aprovechando la existencia de algunos socios dispersos y activos, como ha ocurrido últimamente en León, Ponferrada y Segovia.

Después de 25 años, creemos que Concejo Educativo continúa siendo uno de los principales referentes de la renovación pedagógica en Castilla y León y está activamente integrado en la Confederación estatal de Movimientos de Renovación Pedagógica. Sus Escuelas de Verano, Encuentros, Jornadas y resto de actividades continúan afrontando la realidad con suficiente espíritu crítico y con esperanza.

Marzo – Julio 2002


 

 

 

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