Las secciones bilingües: ¿nueva receta para ser europeos plurilingües?

Nadie niega, como se señala en la ORDEN EDU/6/2006 (BOCyL 12-1-06), que el aprendizaje de otras lenguas desde un enfoque plurilingüe e intercultural es una necesidad social y, por tanto, un componente básico de la formación de los y las ciudadanas. También es cierto que los currículos integrados favorecen un mayor desarrollo de la competencia comunicativa de una segunda lengua y/o lengua extranjera. Lo que ya no es creíble, es que el abracadabra (o el Hocus pocus , ahora que cada vez somos más los que estamos dentro de esta tendencia bilingüe), nada por aquí, nada por allá , funcione a la hora de llevar a cabo este modelo.

Una vez más, nos encontramos con que las administraciones se lanzan a los nuevos retos con la misma previsión, reflexión y armas a las que nos tienen acostumbradas. Detectan un problema o demanda, crean unas cuantas órdenes y decretos y en un One-two-three, ¡Ya estamos preparados para integrarnos en Europa! Eso sí, sin olvidar que los concertados también comparten nuestros fondos públicos y, por tanto, para evitar injusticias, mientras que en el curso 2007/08 1 sólo se autorizarán secciones bilingües en un máximo de 50 centros públicos, los centros concertados no tendrán ninguna limitación.

¿Es mucho pedir, en este caso a la Junta de Castilla y León, un poco de seriedad y de reflexión? ¿De qué ha servido la experiencia de iniciación temprana de la enseñanza del Inglés o de los centros bilingües (acuerdo entre el British Council y MEC)?2. Adelantar la enseñanza de un idioma o impartir diferentes materias en la nueva lengua no garantiza el desarrollo de la competencia comunicativa y de las distintas competencias generales (que, por cierto, también hace tiempo Europa demanda) si no va acompañada de un cambio curricular y metodológico y de una forma de trabajo profesional y colectiva diferente.

De la noche a la mañana, un centro se puede convertir en sección lingüística, y venderlo, como hace la privada como “factor de calidad”. O lo que es más, de la noche a la mañana, un centro privado con etiqueta de bilingüe se puede convertir en concertado. Y en esto la privada concertada nos lleva ventaja porque, siguiendo la receta que nos propone la Junta, para ellos es mucho más fácil: ellos se lo guisan, ellos se lo comen. ¿Recursos? No, gracias. Cada centro con lo que tiene, si acaso uno más de apoyo ¿Cómo implantarlo? Elige entre dos o tres disciplinas no lingüísticas para darlas en otro idioma, selecciona los contenidos y haz un proyecto ¿Formación? Dios proveerá.

En el borrador de orden para la creación de secciones bilingües, con carácter experimental, en centros de Castilla y León se contemplaban medidas de apoyo a los centros públicos autorizados para la creación de estas secciones: incremento de plantilla y de presupuesto de gastos de funcionamiento, formación específica para el profesorado participantes, fomento de la participación en proyectos e intercambios de carácter internacional, etc. Ahora, en la ORDEN EDU/6/2006 (BOCyL 12-1-06) por la que se regulan la creación de secciones bilingües de centros sostenidos con fondos públicos en la comunidad de Castilla y León, simplemente se menciona que los centros autorizados (no sólo los públicos) “recibirán de la Administración educativa los recursos necesarios para el desarrollo de su proyecto de sección bilingüe”. Se elimina, además, la figura del coordinador del programa.

Surge, entonces, una duda: si con el profesorado de lenguas extranjeras que tenemos, el desarrollo de la competencia comunicativa en dicha lengua del alumnado en nuestro estado y en nuestra comunidad autónoma no es, ni mucho menos, el deseable; si ser especialista en una lengua extranjera no supone estar formado para dar cualquier otra materia en esa lengua; si el profesorado, competente en ese idioma que imparte otras disciplinas no lingüísticas, no tiene por qué saber cómo se aprende un idioma; y si, en general, no estamos formados para desarrollar un modelo integrado, basado en el desarrollo de competencias y en un modelo inclusivo (que se supone son las orientaciones que marca Europa en educación); es, decir, si somos nosotros y nosotras mismas, sin mayor formación, sin cambio metodológico y curricular, los que vamos a llevar a cabo los programas bilingües… ¿de qué hablamos cuando nos referimos a desarrollar una competencia plurilingüe e intercultural? ¿Más de lo mismo, pero ahora en versión subtitulada?.

¿No será que se está usando, en muchos casos, la creación de centros bilingües para finalidades diferentes a las de lograr la competencia lingüística en otro idioma?. ¿No será el de seleccionar alumnado y “deshacerse” del que no se desea?.

¿Y qué sucede con el alumnado que va siguiendo con más dificultad el ritmo “normal”? ¿Tendrá más dificultades en una sección bilingüe? ¿Se tiene en cuenta que el apoyo que se tiene en casa es muy distinto si los familiares dominan la segunda lengua o no?.

¿Bilingüismo?. Sí, pero con seriedad, please!


Breve de Concejo Educativo de CyL


+ breves de Concejo

  1. ORDEN EDU/1663/2006, de 24 de octubre. BOCyL 30-10-06
  2. Una aclaración: las “secciones bilingües” promovidas por la Junta de CyL son algo distinto de los “centros bilingües” (fruto del acuerdo entre el MEC y el British Council) que llevan unos años funcionando, pues éstos tienen bastantes más medios (incluso aunque, como parece, se hayan ido reduciendo)